El Parkinson es una enfermedad que causa más dolores de los que en un primer momento uno pudiera imaginar. Para hacer que más gente comprenda los dolores del Parkinson, escribimos este artículo. Hoy, en Centro de Medicina Neuro-Regenerativa, comprenderá qué dolores produce el Parkinson.
El dolor en la enfermedad de Parkinson
El dolor en el Parkinson es un síntoma habitual de la enfermedad y se encuentra dentro del grupo de síntomas llamado “síntomas no motores sensitivos”.
Sin duda alguna, se trata de uno de esos síntomas que pueden empeorar notablemente la calidad de vida de la persona que padece la enfermedad. Esa es la principal razón para abordarlo de una forma holística.
Más de la mitad de las personas con Parkinson han experimentado en algún momento incomodidad física, habitualmente acompañada de rigidez, entumecimiento y hormigueo. A menudo, esa incomodidad física se convierte en dolor.
Las características del dolor causado por el Parkinson suelen ser las siguientes: Primero, es un síntoma temprano que llega a preceder a los síntomas motores. Segundo, suele ocurrir primero en un lado del cuerpo. Tercero, el dolor de espalda y piernas es el más habitual. Por último, el dolor de hombro es el que más comúnmente precede a otros síntomas.
¿Qué dolores produce el Parkinson?
El Parkinson puede provocar muy distintos dolores. Así, podemos encontrar dolores musculoesqueléticos, dolores crónicos, dolores de fluctuación, dolores nocturnos, dolores orofaciales, decoloraciones y edemas, hinchazón, dolor radicular y dolor central.
Todos estos dolores pueden aparecer durante la enfermedad de Parkinson, y, a menudo, lo hacen de forma simultánea. Es por ello que es fundamental detectar cuándo aparece cada tipo de dolor y tratar de mitigarlo.
Cabe señalar que el dolor en el Parkinson no tiene por qué aparecer, necesariamente, en estadios avanzados de la enfermedad. De hecho, como decimos, a menudo aparecen antes que otros síntomas.
Esto no lo hace menos problemático. Todo lo contrario. El dolor acompañará a la persona con Parkinson durante toda la vida desde el momento en que aparezca. Así que conviene encontrar fórmulas para reducir sus efectos.
¿Cómo paliar el dolor del Parkinson?
Poner fin a los dolores del Parkinson no es fácil, puesto que, a menudo, son dolores que duran mucho tiempo, pudiendo llegar a ser crónicos. Sin embargo, se pueden mitigar los dolores con diferentes técnicas.
Por supuesto, lo primordial será seguir las recomendaciones del médico y tomar los medicamentos que éste prescriba.Sin embargo, quedarse en eso puede no ser suficiente para poner fin a los dolores de la enfermedad.Es aconsejable recurrir a tratamiento alternativos como forma de complementar el tratamiento que prescriba el doctor. Así, por ejemplo, se puede recurrir a la auriculoterapia permanente.
Este tratamiento es una evolución de la acupuntura. En lugar de llevar a cabo sesiones de acupuntura, se utilizan unos implantes de titanio en las orejas, los cuales hacen el efecto de las agujas durante las sesiones de acupuntura.
Con ello, se reducen las visitas al acupuntor (algo que puede ser bastante molesto y problemático para una persona con Parkinson) y se consigue una cierta mitigación de los dolores asociados a la enfermedad.
Por supuesto, la auriculoterapia permanente no soluciona definitivamente los dolores del Parkinson y jamás debe sustituir lo marcado por el médico, pero sí supone una mejora considerable en la calidad de vida.
Como puede ver, el Parkinson produce diferentes tipos de dolores. Es por ello que es tan conveniente contar con algún tipo de tratamiento que permita paliarlos, como la auriculoterapia permanente (por supuesto, siempre junto a los tratamientos que haya prescrito el médico).
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