Algunas enfermedades son muy comunes en la sociedad y requieren de tratamiento alternativo para paliar sus efectos y conseguir que las personas lleven vidas lo más normales posible. La investigación y la puesta en práctica de diversos tratamientos ha permitido limitar los efectos de algunas enfermedades neurodegenerativas y detener en cierto modo su avance. En Parkinson y Salud nos dedicamos a buscar y aplicar remedios que puedan ayudar a personas con estas y otras enfermedades.
El punto que tienen en común estas enfermedades es que tienen difícil tratamiento y a menudo van acompañadas de un deterioro severo. En edades avanzadas son medianamente comunes, pero muchos aún se sorprenden de que existan también en edades tempranas. Es lo que conocemos como el parkinson juvenil, una enfermedad que comparte elementos con el parkinson convencional pero que tiene algunas diferencias. Hoy, en Centro de Medicina Neuro-Regenerativa, les hablamos sobre esta enfermedad y sus síntomas y consecuencias.
¿Qué es y en qué consiste el parkinson juvenil?
El parkinson juvenil es una enfermedad de tipo neurodegenerativa que se caracteriza por los típicos temblores del parkinson convencional y la lentitud de movimiento entre otros síntomas. La diferencia es la edad de aparición de estos, que se sitúa antes de los 21 años. Si los síntomas aparecen entre los 21 y los 40, se considera un tipo de parkinson precoz.
Por lo general, consiste en un deterioro progresivo de la capacidad motora y nerviosa. El paciente pierde el control de algunos movimientos y, por lo tanto, pierde autonomía. En estas edades su detección puede ser tardía, ya que no es muy común pensar en jóvenes con parkinson. De hecho, representan una cantidad ínfima del total de personas con esta enfermedad.
Causas del Parkinson juvenil
Por lo general las causas, al igual que en otras enfermedades, son de tipo genético. No es fácil que se de la combinación de factores que provoca el parkinson juvenil, pero ocurre. Se trata de una mutación del genoma del padre y del genoma de la madre que coinciden en el hijo o hija y le provocan esta enfermedad. A día de hoy se siguen estudiando estos fenómenos, con la esperanza de poder evitar esta enfermedad de algún modo en el origen.
Se puede heredar de forma dominante o recesiva dicho genoma, aunque también influye el ambiente. Esto quiere decir que diferentes factores posteriores al nacimiento pueden influir a la hora de que esta enfermedad se desarrolle. Sin embargo, en personas jóvenes esto es más común, ya que por su corta edad no han tenido aún tanta exposición como las personas que lo desarrollan con 80 años, por ejemplo.
Síntomas del parkinson juvenil
Como hemos visto, el parkison juvenil se expresa mediante temblores, rigidez, alteraciones en el ritmo y falta de equilibrio. No tienen por qué aparecer todos estos síntomas al mismo tiempo. Otros síntomas destacados y que diferencian este cuadro médico del parkinson tradicional son las distonías y las discinesias. Las distonías se caracterizan por fallos en el sistema motor que provocan contracciones involuntarias. De forma parecida, las discinesias desembocan en gestos involuntarios que limitan la movilidad en el día a día.
Por lo general, hablamos de formas de contracción motora involuntarias que limitan mucho la capacidad de movilidad de la persona. Al principio es posible aprender ciertos códigos y formas para paliar sus efectos y llevar una vida normal. Sin embargo, a medida que progresa, algunos de estos gestos se vuelven totalmente incontrolables y cada vez más condicionantes. El tratamiento para el parkinson, al igual que el tratamiento del alzheimer no consiguen borrar por completo la enfermedad, pero sí paliar sus efectos.
En el siguiente apartado se verá en qué consisten estos tratamientos y se mencionará la auriculoterapia.
Tratamiento parkinson juvenil
Más allá de los tratamientos con fármacos, los expertos recomiendan hacer deporte para mantener el sistema motor en las mejores condiciones. A medida que la enfermedad avanza, es posible que el joven requiera de la ayuda de logopedas, fisioterapeutas o psicólogos, para afrontar los estragos de esta enfermedad en diferentes ámbitos. Otro de los puntos que se suele mencionar es que no solo se debe prestar atención a esta parte del desarrollo.
Esto quiere decir que el joven debe desarrollarse en otros ámbitos intelectuales, sociales, familiares y artísticos que le permitan progresar y expandir su capacidad. Esto es debido a que algunas personas centrándose solo en el progreso (muchas veces negativo) a nivel motor del paciente.
La auriculoterapia es una forma de tratamiento que consiste en la aplicación de la acupuntura a ciertas partes de la oreja y el oído. Esta teoría se basa en que la oreja y el oído son una representación del resto del cuerpo y por ellas pasan terminaciones nerviosas de todo tipo. Así, al pinzar con la aguja uno de estos nervios, es posible tener un impacto en los nervios que pasan por las zonas afectadas.
Así es cómo funciona este tratamiento alternativo contra el parkinson juvenil. Hay muchas otras alternativas para enfermedades neurodegenerativas de todo tipo.
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