Las flemas y la enfermedad de Parkinson están muy relacionadas entre sí. Hoy desde Centro de Medicina Neuro-Regenerativa comentamos por qué y cuáles son las claves para reducirlas y tratarlas de manera eficaz.
¿Qué son las flemas?
Los pulmones, la tráquea, los bronquios, las vías respiratorias y los bronquiolos están protegidos por un epitelio que genera un gel. Su composición es: agua, desechos de las células y proteínas. Esta mucosidad circula desde las vías respiratorias más pequeñas, sube por la tráquea, pasa por las cuerdas vocales hacia la faringe y se traga. Las células del epitelio incorporan unos cilios de pequeño tamaño que van moviendo la mucosidad. Lo habitual es que cualquier persona trague diariamente 30 ml de mucosidad.
El motivo no es otro que su contenido en sustancias que protegen el organismo como las enzimas o las inmunoglobulinas A. Es decir, la mucosidad debe estar presente en las vías respiratorias para evitar que bacterias, virus o partículas terminen provocando algún tipo de infección. Cuando el gel mucoide se genera en las fosas nasales se le denomina mucosidad, cuando lo hace en los pulmones se denominan flemas. Su expulsión se denomina expectoración.
Causas y sintomatología
Al estar todo el día tragando la mucosidad la persona no tiene conciencia de su existencia. Sin embargo, cuando se produce cualquier tipo de alteración bacteriana, de origen vírico o de otro tipo (inhalación de tóxicos, de polvo o de partículas contaminantes) es cuando los pulmones aumentan la cantidad de mucosidad que generan.
Como los cilios no tienen la fuerza necesaria para expulsarla, se produce la tos productiva. Así, es frecuente que las flemas aparezcan en los siguientes casos:
- Durante una gripe, bronquitis o catarro.
- En personas fumadoras.
- En quienes padecen algún tipo de alergia.
- En pacientes asmáticos.
- En personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
- En casos de bronquiectasias.
El síntoma más frecuente es la tos, que, en ocasiones, puede ser de tanta intensidad que altere tanto el sueño como la calidad de vida del paciente. Al tener la mucosidad menor porcentaje de agua y ser más viscosa, se produce la obstrucción de las vías respiratorias con la consiguiente disnea (falta de aire).
Como consecuencia, las vías respiratorias se inflaman reduciendo así el paso del aire. Ello provoca sibilancias o silbidos a la hora de respirar.
¿Hay relación entre el Parkinson y la producción de flemas?
Al tratarse de una enfermedad que provoca rigidez muscular, es frecuente que esta afecte al aparato respiratorio. Poco a poco, el paciente pierde la capacidad para toser y expulsar así las flemas. Al mismo tiempo, esta circunstancia puede provocar una neumonía y un empeoramiento de su estado de salud.
Es frecuente que esta imposibilidad de toser correctamente lleve a los enfermos de Parkinson a hablar en voz baja y posteriormente a evitar el contacto con otras personas. Las flemas son, por lo tanto, otro síntoma extramotor que merece toda la atención de los neurólogos y que inciden, directamente, en la calidad de vida del paciente.
¿Cómo reducir las flemas?
Si se convive con un paciente de Parkinson, es recomendable tener en cuenta algunas medidas de gran utilidad como las siguientes:
- Utilizar un humidificador en la habitación donde está habitualmente el paciente.
- Mantener su hidratación para licuar la mucosidad.
- Colocar un paño tibio y humedecido en el rostro para humectar las vías respiratorias.
- Corregir la postura del paciente elevando su cabeza y evitando que se recueste totalmente.
- Promover la expectoración de la flema en lugar de tragarla.
- Confiar en un enjuague nasal salino para eliminar las partículas de suciedad de las fosas nasales.
- Hacer gárgaras con agua tibia y sal para aliviar la irritación de la garganta.
- Emplear aceite de eucalipto para realizar inhalaciones de vapor.
- Evitar el humo del tabaco como fumador activo o pasivo.
- No exponerse a sustancias que irriten las vías respiratorias como productos químicos.
- Comprobar si hay alguna alergia alimentaria que pudiera provocar las flemas.
- No beber alcohol o bebidas con cafeína. Ambas sustancias generan deshidratación de las vías respiratorias.
- Ducharse o bañarse con agua caliente para que el vapor despeje la mucosidad.
- No limpiarse la nariz bruscamente.
- Tomar fruta de forma habitual.
- No consumir alimentos que provoquen reflujo gástrico.
Como complemento a las medidas anteriores y con vistas a intentar reducir los síntomas causados por la enfermedad del Parkinson y reducir el consumo de medicamentos proponemos nuestro tratamiento alternativo basado en la implantología auricular permanente. Consiste en la implantación en la oreja de microagujas de titanio que estimulan distintas áreas cerebrales de forma constante pudiendo llegar a mejorar la calidad de vida del paciente de manera considerable.
En conclusión, es muy conveniente seguir las recomendaciones que le hemos facilitado a lo largo del artículo si sufre de flemas, ya que le ayudará a reducirlas y a que los síntomas sean más llevaderos.
Si le ha interesado este artículo, quizás quiera leer: