La terapia psicológica tiene numerosos beneficios para una gran cantidad de dolencias, y no es distinto en el caso del Alzheimer. Es por ello que, en el artículo de hoy, desde Centro de Medicina Neuro-Regenerativa hablamos de cómo tratar psicológicamente a un enfermo de Alzheimer.
¿Cómo afecta psicológicamente el mal de Alzheimer?
A nivel psicológico, el mal de Alzheimer causa una gran cantidad de cambios en la personalidad y en la conducta. A menudo se cree que el Alzheimer únicamente implica una serie de faltas de memoria.
Sin embargo, la realidad es que, debido a estas faltas de memoria, es habitual que haya todo un cambio en la conducta a un nivel más general.
Por suerte, hay una ciencia que estudia la conducta y cómo mejorarla para que la persona se sienta mejor, y esa ciencia es la psicología.
Es por ello que es tan importante que los pacientes de Alzheimer acudan al psicólogo (y que también lo hagan sus familiares).
¿Por qué es importante ir al psicólogo cuando se padece Alzheimer?
Acudir al psicólogo es fundamental cuando se padece Alzheimer porque, a pesar de que la enfermedad es irreversible, sí existen cuidados paliativos que permiten ralentizar su avance y mantener las capacidades durante tanto tiempo como sea posible.
Y, entre esos diferentes cuidados paliativos, encontramos la terapia psicológica. La cual, además, no se centra exclusivamente en el trabajo sobre el propio paciente, sino también sobre sus relaciones sociales y las personas que le rodean, para crear un entorno que favorezca la ralentización del progreso de su enfermedad.
Las terapias psicológicas aplicables a los pacientes con Alzheimer
A continuación, le indicamos las principales terapias psicológicas aplicables a los pacientes con Alzheimer:
- Estimulación cognitiva: en primer lugar, tenemos la estimulación cognitiva, que sirven para mantener el funcionamiento de las capacidades cognitivas del paciente. Y es que estas funciones son las que con mayor velocidad se pierden en los pacientes con Alzheimer, y los efectos son devastadores. Áreas como la memoria, el cálculo o la percepción son las que se trabajan en este tipo de terapias.
- Orientación a la realidad: esta terapia está enfocada a que el paciente tenga un correcto conocimiento sobre sí mismo y sobre el medio que le rodea, para poder relacionarse adecuadamente con él. De nuevo, fundamental, puesto que el Alzheimer también deteriora este entendimiento de la realidad.
- Fisioterapia y ejercicio terapéutico:la fisioterapia y otro tipo de ejercicios terapéuticos ayudan al paciente de Alzheimer a mantener un mejor estado de salud y, en consecuencia, reduce el avance de la enfermedad. Además, es muy útil para ayudar a dormir mejor. Y el descanso es fundamental para el cerebro.
- Terapia ocupacional: la terapia ocupacional se basa en “dar algo que hacer” al paciente, de modo que se sienta útil y motivado. Y es que, en muchas ocasiones, los pacientes con Alzheimer empeoran porque sienten que son incapaces de aportar nada y que son un trasto inútil. Corregir esta percepción contribuye a su mejora psicológica.
- Terapia con perros: está comprobado que la terapia con perros produce efectos muy positivos en los enfermos de Alzheimer, mejorando su estado de ánimo y su motivación en general. Tiene múltiples efectos beneficiosos a nivel físico, social, emocional y cognitivo. Es por ello que es una terapia más que recomendable para todo paciente con Alzheimer.
Como puede ver, tratar psicológicamente a un enfermo de Alzheimer puede tener numerosas ventajas, siendo la más destacable su mejora en cuanto a calidad de vida se refiere. Esperamos haberle convencido para acudir con su pariente con Alzheimer al psicólogo si así lo cree conveniente. En nuestro centro le atenderemos sin ningún tipo de problema.
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