La neuroestimulación tradicional o estimulación cerebral profunda utiliza la electricidad para activar el cerebro. Por eso, exige varios pasos previos. En primer lugar, deben realizarse dos cirugías. Durante la primera, se implantan unos electrodos llamados derivaciones en la corteza cerebral, mientras que, en la segunda, se pone un neuroestimulador debajo de la clavícula.
Este último es el que emite los impulsos eléctricos que se transmiten a los electrodos del cerebro provocando la estimulación de este e impulsando su actividad. Con ello, intentará mejorar la sintomatología de la enfermedad y la calidad de vida del paciente. Hoy en Centro de Medicina Neuro-Regenerativa les contamos el funcionamiento de la neuroestimulación cerebral.
Consejos antes de la neuroestimulación en el cerebro
Es importante que usted sepa que, antes de implantarle esos dispositivos, será sometido a varias pruebas de tipo neurológico y físico. Por ejemplo, una resonancia magnética o una tomografía computerizada. También es posible que sea visto por un psicólogo.
Asimismo, es importante que comunique al cirujano si está embarazada y qué tipo de medicamentos está tomando. Incluso es necesario que no haya consumido mucho alcohol en los meses previos. Igualmente, antes de la operación, debe mantener el ayuno durante doce horas.
Por otra parte, una vez realizada la intervención quirúrgica, debe estar pendiente de efectos secundarios para comunicárselos de inmediato a su médico. Entre ellos, puede detectar náuseas y vómitos, fiebre, problemas de habla o entumecimiento de una parte de su cuerpo, dolor de cabeza o picazón.
¿Es efectiva la neuroestimulación cerebral?
La neuroestimulación tiene efectos beneficiosos en personas con enfermedades cerebrales como Parkinson, Alzheimer, epilepsia o trastornos mentales. Sin embargo, como hemos visto, puede tener efectos secundarios y algunos riesgos.
En cambio, el tratamiento de neuroestimulación que realizamos en nuestro centro elimina estos peligros. Nos servimos de la implantología auricular para hacerlos. Concretamente, implantamos unas diminutas agujas de titanio en el pabellón auricular.
Con posterioridad, realizamos un seguimiento del paciente con revisiones a los tres, seis y doce meses. En ellas, no solo evaluamos cómo va el tratamiento, sino también el estado de salud general del enfermo. Asimismo, le brindamos pautas para que mejore sus hábitos de alimentación y ejercicio físico. Es decir, para que lleve una vida más saludable.
Durante los primeros meses o semanas tras realizar el tratamiento es muy frecuente que se aprecie una mejoría general del paciente, que incluso puede reducir la cantidad de medicación que toma. Poco a poco, es muy probable que este vea cómo ha ganado en calidad de vida y bienestar.
En definitiva, este tipo de tratamientos de neuroestimulación cerebral no son una cura para enfermedades que no la tienen. Pero sí logra mejorar de modo significativo las circunstancias generales y la salud del paciente así como su calidad de vida y bienestar. Además, puede reducir de manera significativa los síntomas y la toma de medicamentos.
Sin embargo, debemos destacar que nuestro tratamiento es complementario a otras alternativas, además de ser indoloro y muy poco invasivo.
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