In Testimonio otros tratamientos

Marta G. es una mujer septuagenaria llena de optimismo y vitalidad que no dudó en recurrir a la medicina alternativa cuando la convencional ya nada podía hacer frente al Síndrome de Piernas Inquietas que padecía.

Su propia neuróloga, consciente de que había llegado un momento en el que los medicamentos no le ofrecían ningún alivio y de que Marta era reacia a probar con medicaciones más fuertes, también le animó a experimentar con terapias naturales.

Hoy Marta se ha convertido en una de las mejores prescriptoras del tratamiento de microimplantes auriculares permanentes que realiza Centro de Medicina Neuro-Regenerativa, pues lo recomienda siempre que tiene ocasión.

Comparte su experiencia con otros miembros de la asociación de afectados por la enfermedad, lo hace también en foros y, en este caso, a través de su testimonio para este apartado que el propio Centro de Medicina Neuro-Regenerativa ofrece en su página Web.

Nos relata feliz cómo ha podido recuperar una de sus pasiones, la lectura, y aunque lo de dormir de un “tirón” es una quimera, descansa mucho más que antes y su calidad de vida ha mejorado considerablemente.

Tenía alguna experiencia anterior con la acupuntura pero fue por temas de menor relevancia y siempre con la aguja tradicional y nunca permanente.

Precisamente, Marta es un claro ejemplo del carácter vitalicio de la aguja empleada en esta terapia pues, desde la primera y única implantación en el pabellón auricular, han transcurrido más de cuatro años y los efectos continúan como el primer día.

Un camino repleto de ilusiones y decepciones hasta conocer la auriculoterapia permanente

Ávida lectora, Marta descubrió lo que padecía gracias a un reportaje sobre el Síndrome de Piernas Inquietas publicado en una revista que hojeaba.

Su neurólogo confirmó el diagnóstico: padecía este trastorno neurológico.

La medicación que le recetaron le proporcionaba cierto alivio pero, al informarse de las contraindicaciones de la misma, decidió dejarla.

Los síntomas se acrecentaron al tiempo que lo hacía su desasosiego.

Con el tiempo, visitó a un nuevo especialista que le habían recomendado y éste le ofreció una medicación distinta -con menos contraindicaciones- e igualmente efectiva.

Estaba satisfecha pues sus efectos eran palpables pero, lamentablemente, la dosis iba en aumento para no perder su efectividad y, de nuevo, Marta sopesó los beneficios y los riesgos y decidió abandonar el tratamiento.

Más tarde, y a través de otra publicación, supo de un ensayo clínico para probar la eficacia de una nueva medicación frente al Síndrome de Piernas Inquietas.

Se presentó, fue aceptada para el estudio y recibió durante un año el tratamiento que le proporcionó bastante bienestar. Sin embargo, al finalizar el ensayo, le plantearon unos parches y otras soluciones que no le satisficieron.

Tras todo este periplo lleno de ilusiones siempre seguidas de decepciones, un reportaje en un diario local le devolvió la esperanza: un tratamiento basado en la acupuntura auricular permanente podía aliviar los síntomas del trastorno que padecía.

Así fue como un 24 de septiembre -nunca olvidará la fecha- se desplazó a la sede principal de Centro de Medicina Neuro-Regenerativa, en Valencia, y recibió el tratamiento.

El alivio fue tan inmediato como asombroso y, aún hoy, su neuróloga sigue sorprendiéndose con sus efectos cada vez que la visita.

 

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