Existen varias enfermedades que se pueden confundir con el Parkinson. Hoy, le explicamos cuáles son esos trastornos que podrían confundirse con esta enfermedad.
Cuatro trastornos con los que puede confundirse la enfermedad de Parkinson
A continuación, le indicamos cuáles son aquellos trastornos que más frecuentemente se confunden con la enfermedad de Parkinson:
Temblor Esencial (también conocido como TE)
El Temblor Esencial es un trastorno del movimiento en el que aparecen temblores, tal y como sucede con el mal de Parkinson. Sin embargo, no es exactamente lo mismo y, lógicamente, no deben confundirse, porque un mal diagnóstico podría conducir a problemas de tratamientos erróneos.
Pero… ¿En qué se diferencia el Temblor Esencial del Parkinson? Pues la diferencia más importante es que, en el Temblor Esencial, el temblor aparece cuando la persona realiza una acción (por ejemplo, cocinar o comer con una cuchara). En cambio, en el Parkinson, lo habitual es que el temblor aparezca sobre todo en reposo (aunque no necesariamente aparece solamente en reposo).
Otra diferencia relevante es que en el Temblor Esencial es muy frecuente que existan antecedentes familiares, cosa que es menos frecuente en el Parkinson.
Parkinsonismos atípicos
Los Parkinsonismos atípicos, también conocido como Párkinson Plus, son aquellos trastornos relacionados con la atrofia multisistémica, la parálisis supranuclear progresiva o la degeneración corticobasal.
En un primer momento, los síntomas son muy parecidos entre estas dolencias y el mal de Parkinson, pero la enfermedad progresa de forma muy diferente (y además lo hace bastante rápidamente).
Durante el desarrollo de los parkinsonismos atípicos se perciben las diferencias con el mal de Parkinson. Por ejemplo, en los parkinsonismos atípicos aparecen problemas de equilibrio, cognición, tensión arterial y movimientos oculares anormales. Problemas que no aparecen en el Parkinson.
Parkinsonismo inducido
Otro tipo de trastorno parecido al Parkinson es el Parkinsonismo inducido. Es decir, aquel Parkinson provocado no desde el propio organismo, sino por agentes externos.
¿Y qué agentes externos pueden causar un Parkinsonismo inducido? Pues los más frecuentes son los siguientes:
1. Antidepresivos: la fluoxetina o los moduladores del estado del ánimo como el litio pueden causar Parkinson inducido en algunas personas.
2. Fármacos para trastornos digestivos: algunos de estos fármacos, como la metoclopramida, también pueden inducir el Parkinson.
3. Neurolépticos: los neurolépticos son fármacos que se utilizan para tratar trastornos psicóticos. Algunos de estos neurolépticos, como la clorpromacina o el haloperidol, pueden causar Parkinson inducido.
Algunas otras sustancias tóxicas (no fármacos) pueden provocar este Parkinsonismo inducido. Por ejemplo, un exceso de manganeso.
Es por ello que entrevistar exhaustivamente al paciente puede ser una forma de detectar el origen del Parkinson, puesto que podría ser que se debiera a ciertos hábitos de su vida diaria.
Parkinsonimos secundarios
Los parkinsonismos secundarios son aquellos que aparecen como consecuencia de traumatismos craneoencefálicos o microinfartos cerebrales. En estos casos, como hay un claro problema fisiológico, una neuroimagen puede ayudar a determinar si la causa de los síntomas del Parkinson del paciente está en un traumatismo o un microinfarto cerebral, o si, por el contrario, realmente se trata de mal de Parkinson.
Hay que decir que, aunque en algunas ocasiones este parkinsonismo secundario puede solucionarse, en otras no es posible, debido a daños permanentes en el cerebro.
En nuestro centro ofrecemos implantología auricular, esta funciona muy bien para mejorar la calidad de vida de los pacientes con Parkinson y otras enfermedades neurodegenerativas reduciendo medicación como se ha visto en diversos ensayos clínicos. Si es su caso, no dude en contactar con nosotros.
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