¿De qué es capaz nuestro cerebro?
«Las células nerviosas no se regeneran». Hemos escuchado esta expresión tantas veces y estamos acostumbrados a creerla. Incluso antes de los años 60 del siglo XX, los científicos creían que el cerebro humano era estático. Se creía que hay un número limitado de células cerebrales que mueren con la edad y no se recuperan. Y dado que las funciones del cerebro están estrictamente localizadas, esto significa lo siguiente: si alguna parte del cerebro está dañada, sus funciones se perderán irremediablemente. Victoria Stepanenko, fundadora de Neuro Implant Clinic CMN, habla sobre las sorprendentes propiedades de la neuroplasticidad y los casos de recuperación inesperada.
En 1913, el médico español Santiago Ramón y Cajal argumentó que las vías nerviosas en los centros cerebrales de un adulto son algo fijo, finito, inmutable. En primer lugar, es propenso a marchitarse y no es susceptible de regeneración. Pero ahora esta información se considera obsoleta. Al final resultó que, nuestro cerebro es plástico. Esta es una herramienta maravillosa que puede hacer verdaderos milagros. Curiosamente, las primeras dudas sobre la naturaleza «estática» del cerebro surgieron en el siglo XIX.
Norman Doidge, en su libro The Plasticity of the Brain, describe la investigación que el neurocientífico francés Jules Cotard realizó en 1868. Examinó a niños con un trastorno en el que el hemisferio izquierdo del cerebro está dañado, incluida el área de Broca. La zona de Broca es responsable de la regulación del lado motor del proceso del habla. Si el cerebro estuviera estático, los niños con esta enfermedad tendrían problemas graves del habla. Sin embargo, durante el examen, el neurólogo descubrió que sus pacientes jóvenes podían hablar con normalidad.
«Aunque el habla se procesa de hecho en el hemisferio izquierdo, el cerebro tiene suficiente plasticidad para auto regenerarse si es necesario», escribe Norman Doidge. Esta capacidad del cerebro para regenerarse se llama neuroplasticidad.
¿Qué es la neuroplasticidad y cómo se manifiesta?
La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro para adaptarse cuando una persona interactúa con el mundo exterior. Su esencia radica en el hecho de que si una determinada parte de las células nerviosas muere, las neuronas restantes asumen sus funciones y forman nuevas conexiones. Como resultado, se compensan las conexiones perdidas.
Gracias a la neuroplasticidad, las personas se recuperan de enfermedades graves y cirugías complejas. Por ejemplo, en 2010, la comunidad médica se sorprendió por la historia de una niña de 9 años, Cameron Mott. Sufría de una rara enfermedad cerebral inflamatoria y los médicos tuvieron que extirparle el hemisferio derecho. Sin embargo, creían que Cameron quedaría completamente paralizado. Sin embargo, pocas semanas después de la operación, salió del hospital y después de un curso de fisioterapia pudo moverse, correr y saltar. Las funciones del hemisferio derecho fueron asumidas por el hemisferio izquierdo.
El fundador de la neuroplasticidad es el neurofisiólogo estadounidense Paul Bach-y-Rita. Logró rehabilitar a su propio padre, cuyo rostro y un lado de su cuerpo quedó completamente paralizado después de un derrame cerebral masivo. Los médicos creían que el padre de Paul pasaría el resto de su vida postrado en cama y nunca podría hablar. Sin embargo, a través de largos estudios y capacitación, Paul se aseguró de que su padre no solo se recuperara por completo, sino que también regresara a la enseñanza y pudiera viajar. Después de un derrame cerebral, el padre de Paul vivió otros 7 años y murió en las montañas de un ataque al corazón. Su autopsia reveló un daño cerebral catastrófico: el 97% de los nervios que van del cerebro a la columna fueron destruidos. Parecía increíble que este hombre pudiera llevar una vida tan activa después de un derrame cerebral.
Naturalmente, los cambios en el cerebro que pueden mejorar la condición de los pacientes no ocurren rápidamente y requieren un entrenamiento prolongado. Entonces, el padre de Paul primero entrenó en la cama durante mucho tiempo, luego aprendió a gatear y luego pudo caminar. Por lo tanto, es muy importante no esperar resultados rápidos, sino continuar haciendo ejercicio y avanzar con firmeza hacia la meta.
Plasticidad cerebral y enfermedades neurodegenerativas
Consideremos cómo se manifiesta la neuroplasticidad utilizando ejemplos de enfermedades neurodegenerativas. Con tales trastornos, se produce la muerte neuronal, lo que conduce a la degeneración del tejido nervioso. Las enfermedades neurodegenerativas más comunes son el Parkinson y el Alzheimer.
Debido a la plasticidad del cerebro, los síntomas de algunas enfermedades neurodegenerativas a veces aparecen en una etapa posterior. Por lo tanto, la enfermedad puede desarrollarse durante 20-30 años, pero gracias a las capacidades compensatorias del cerebro, una persona se siente saludable y lleva un estilo de vida activo. En consecuencia, la capacidad del cerebro para recuperarse de uno u otro daño se puede utilizar en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas.
Por ejemplo, se sabe que en pacientes con enfermedad de Parkinson, se destruyen las neuronas que producen dopamina. En este caso, la función de producción de dopamina es asumida por otras neuronas.
Existen capacitaciones especiales que pueden mejorar la condición de los pacientes con enfermedad de Parkinson o Alzheimer.
Por lo que si padece alguna de estas enfermedades neurodegenerativas no hay por qué caer en la desesperanza. En nuestro centro hemos visto la recuperación de muchos pacientes y una vuelta a la calidad de vida de nuestros pacientes.
Llámenos para más información.
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I interesred in having mire info about Neuroplasticity applied to Parkinson