Hoy, le explicamos cuál es la relación entre el Parkinson y la depresión. Y es que, por desgracia, la depresión en la enfermedad de Parkinson es algo muy frecuente, y es importante conocer cuáles son los síntomas para poder detectarla a tiempo y tratarla cuanto antes.
¿Es la depresión un síntoma del Parkinson?
El Parkinson es una enfermedad que aparece con relativa frecuencia y que afecta aproximadamente un 2% de los adultos mayores de 65 años. Además, lo hace sin diferencia de sexo ni estado socioeconómico, por lo que es una enfermedad a la que todos estamos expuestos.
Se trata de una enfermedad que puede aparecer con manifestaciones leves o muy graves. Y, además de los problemas asociados a la propia enfermedad de Parkinson, también hay que sumar que es muy común desarrollar depresión junto a la propia enfermedad, con todo lo que eso implica.
Abordar la depresión no es sencillo, pero según los criterios psiquiátricos del DSM IV, se considera que un paciente está padeciendo una depresión grave cuando presenta cinco o más de los siguientes síntomas:
1. Estado anímico negativo
2. Apatía sobre actividades placenteras
3. Pérdida de peso
4. Insomnio o hipersomnia
5. Retardo psicomotor o agitación
6. Pérdida de energía
7. Sentimiento de culpa sin justificación
8. Pensamientos recurrentes sobre la muerte
El problema, como puedes imaginar, es que un paciente con Parkinson puede parecer que está deprimido, porque varios de los síntomas de la lista anterior son típicos del Parkinson, como la lentitud de los movimientos o la inexpresividad en el rostro.
Es por ello que resulta muy difícil determinar si un paciente que sufre Parkinson está atravesando un cuadro de depresión.
No obstante, es conveniente tener muy controlada la evolución del paciente con Parkinson en lo relativo a la depresión, puesto que la prevalencia de esta segunda enfermedad es el doble que en la población no enferma de Parkinson. Así, la prevalencia de depresión en enfermos de Parkinson es del 32%, mientras que en el conjunto de la población es de apenas el 16%.
Además, hay que tener en cuenta algunos aspectos en la relación entre Parkinson y depresión:
– La gravedad del Parkinson y la aparición de la depresión no están correlacionadas.
– Puede haber depresión previa al Parkinson. De hecho, las personas depresivas tienen el doble de probabilidad de desarrollar mal de Parkinson.
– La anhedonia y la apatía son síntomas típicos del Parkinson y no tienen por qué significar necesariamente principio de depresión.
– Los trastornos del sueño son comunes en pacientes con Parkinson y tampoco tienen por qué significar principio de depresión.
Parkinson y depresión: Tratamiento
A pesar de todo lo anterior, insistimos en que la presencia de depresión en pacientes con Parkinson es muy alta, de aproximadamente un tercio de los enfermos. Por lo tanto, es importante realizar un seguimiento correcto de los síntomas y de la enfermedad para determinar si está apareciendo o no un cuadro depresivo.
Por suerte, nuestra técnicas de implantología auricular permite mitigar los síntomas tanto de la depresión como del Parkinson al mismo tiempo.
Por lo tanto, mediante este método, usted no solo estará abordando el problema del Parkinson, sino que se estará adelantando a la aparición de la depresión (en el caso de que el paciente no la padezca todavía) o mitigando los síntomas de la misma (en el caso de que ya la padezca, lo sepa usted o no).
Como ve, la depresión en la enfermedad de Parkinson es algo muy común. Es por ello que es importante que conozca cómo se comporta esta otra enfermedad (la depresión es una enfermedad) y pueda detectarla a tiempo para que se empiece el tratamiento cuanto antes.
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