La epilepsia es una condición crónica y recurrente, que se caracteriza por la aparición de una o varias crisis no provocadas por agentes externos, sino por un aumento excesivo de la actividad eléctrica entre las neuronas. Para tener un diagnóstico certero, en la epilepsia y sus síntomas, deben existir dos o más convulsiones, sin importar la edad y, por supuesto que no tenga otro diagnóstico previo, como la hipoglicemia en un diabético.
Bajo este contexto, hay que aclarar que la convulsión no es la enfermedad como tal. Estos ataques constituyen un síntoma común de la patología, que podría tener su origen en diferentes razones. Por lo general, mucha gente cree que la epilepsia se trata solamente de una crisis tónico-clónica que implica la inconciencia, caídas al suelo y sacudidas de todos los miembros del cuerpo, pero es más complejo de lo que se cree.
Ahora bien, uno de los aspectos relevantes de las crisis es que suelen parecerse entre sí, creando un estereotipo en el paciente; son de aparición repentina y no predecible; y pueden ocurrir cuando el individuo está solo o acompañado. Esto quiere decir que las descargas no son modificadas a voluntad por quienes las sufren.
Un punto que también vale la pena aclarar es que no es una enfermedad mental, como muchos han llegado a pensar. La epilepsia es una enfermedad neurológica, como lo es la migraña o la esclerosis múltiple, que se trata con medicamentos y con ayuda de otras terapias alternativas como la Implantología Auricular.
Esta terapia alternativa, representa una esperanza para que los pacientes recuperen su calidad de vida y mejoren en lo que respecta a la epilepsia síntomas relacionados. El principal objetivo es regular los procesos del organismo que intervienen en la enfermedad, para mejorar su respuesta con la presencia de varios estímulos permanentes originados por las microimplantes de las agujas de titanio en el pabellón de la oreja.
Síntomas de la epilepsia
Las personas que sufren de epilepsia presentan más de dos convulsiones, lo cual es una clara señal de que requiere ser evaluado por un especialista. Si apenas ha sufrido un solo ataque producido por un golpe u otra situación que genere esta reacción en el cuerpo, no hay razones para alarmarse.
Un individuo con eplipesia padece de los siguientes síntomas:
- Episodios de ausencia.
- Confusión temporal.
- Pérdida de conocimiento o conciencia.
- Movimientos espasmódicos en piernas y brazos y síntomas psíquicos (como ansiedad o miedo).
Ahora bien, cada uno posee un cuadro clínico distinto y la epilepsia y sus síntomas varían entre los pacientes.
En cuanto al estado epiléptico, considerado como el más grave de los trastornos convulsivos, los movimientos agitados del cuerpo no se detienen. Por lo tanto, es una emergencia que requiere de inmediata atención médica porque las contracciones musculares son intensas, no respira bien y las descargas eléctricas en el cerebro son extensas.
Tipos de epilepsia y sus síntomas
Según el área del cerebro que se vea afectada, la epilepsia se puede dividir en varias categorías:
- Convulsiones focales o parciales: las convulsiones se generan por actividad normal en una sola parte del cerebro. A partir de este punto, aparecen dos subcategorías que son las convulsiones focales sin pérdida del conocimiento y las convulsiones focales con alteración de la conciencia.
El paciente se desplomar en el suelo, pierde el control de esfínteres y expulsa espuma por la boca.
- Convulsiones generalizadas: se generan aparentemente en todas las zonas cerebrales.
Los síntomas de la epilepsia deben tratarse por un neurólogo y mantener un seguimiento continuo para llevar un control. Asimismo, es fundamental aprovechar las ventajas que ofrece el tratamiento que ofrecemos en Centro de Medicina Neuro-Regenerativa, como es la terapia alternativa de auriculoterapia avanzada, para recuperar el bienestar y la autonomía del afectado.