El dolor musculoesquelético puede verse intensificado en la enfermedad de Parkinson. Circunstancias propias de esta como malas posturas, rigidez, desgaste físico o inquietud agudizan este tipo de dolor en el paciente. Desde Centro de Medicina Neuro-Regenerativa queremos explicar el dolor musculoesquelético en Parkinson.
¿Qué son los dolores musculoesqueléticos?
Son los que se producen por daños o mal funcionamiento de huesos, músculos, ligamentos o tendones. No obstante, también puede incluir a los tejidos blandos que unen a los anteriores entre sí y con los órganos. A su vez, estos dolores pueden ser ocasionados por motivos extrínsecos o intrínsecos.
Ejemplo de los primeros sería un traumatismo, mientras que, como muestra de los segundos, podríamos citar otras dolencias (gota, lupus, artritis, etc) o la excesiva tensión y rigidez de los músculos. Precisamente, esto último es frecuente en la enfermedad de Parkinson. De hecho, uno de sus primeros síntomas es el que llamamos «hombro congelado».
Diagnóstico y síntomas
El síntoma más evidente de este padecimiento es, justamente, el dolor, que puede ser agudo o crónico. Es decir, intenso y momentáneo o prolongado en el tiempo. Asimismo, puede estar localizado en una zona o difundido por buena parte del cuerpo.
Junto a este, otros síntomas son la rigidez, la debilidad o el exceso de sensibilidad en el área dolorida. Incluso puede darse irritación de los nervios periféricos.
En cuanto al diagnóstico, debemos revisar la historia clínica del paciente. Además, tenemos que realizarle un examen físico en el que valoraremos su modo de andar, sus posturas y la rigidez de sus extremidades y tronco.
También hemos de considerar cuántas articulaciones están involucradas en el dolor, si afecta a la parte central del esqueleto, qué factores lo alivian o intensifican y si hay otros síntomas. Finalmente, podemos realizar pruebas diagnósticas como radiografías, escáner de huesos y exámenes reumatológicos u ortopédicos.
¿Cómo tratar el dolor musculoesquelético en Parkinson?
El tratamiento para estos dolores depende de la causa que los origina. Pero en Centro de Medicina Neuro-Regenerativa ofrecemos una terapia novedosa y muy eficaz para aliviarlos al tiempo que mejoramos el estado general de los enfermos de Parkinson, que también pueden es muy frecuente que sufran este dolor. Nuestro tratamiento se basa en la implantología auricular, generando un estímulo permanente de las neuronas que llega de inmediato al cerebro y ejerce un benéfico efecto terapéutico.
De esta forma, conseguimos suavizar el dolor musculoesquelético, pero, sobre todo, logramos que el enfermo de Parkinson mejore de forma evidente. Nuestro tratamiento no es sanador. De hecho, esta enfermedad no tiene cura. Pero el paciente ve reducidos muchos de los síntomas más molestos de la dolencia.
Así, disminuyen los temblores y la rigidez muscular y se fortalece la musculatura paravertebral, con lo que mejora su equilibrio y sus posturas. Incluso alivia su ansiedad y otros síntomas propios del Parkinson. Gracias a todo ello, además, el enfermo puede, en muchos casos, reducir la toma de medicación.
En conclusión, el dolor musculoesquelético es más frecuente en los enfermos de Parkinson que en personas sanas. Pero el tratamiento que aplicamos en Centro de Medicina Neuro-Regenerativa les permite, casi en la totalidad de los casos, mejorar de todo ello. Y, con esto, recuperar su autonomía y calidad de vida.
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