El dolor de cabeza en Alzheimer, es decir, en quienes sufren esta enfermedad, presenta la misma frecuencia que en las personas que no la padecen. El problema surge a la hora de identificarlo. Desde Centro de Medicina Neuro-Regenerativa queremos explicar la relación entre ambas dolencias.
¿Ocasiona el Alzheimer dolor de cabeza?
La respuesta es que no. Los enfermos de Alzheimer sufren dolor de cabeza igual que el resto de las personas y por los mismos motivos. Esta enfermedad, por sí misma, no ocasiona dolor. La diferencia estriba en la forma de padecerlo y, sobre todo, de comunicarlo.
Cuando sufrimos un dolor, las personas sanas lo verbalizamos en forma de palabras con objeto de decírselo a nuestros familiares o al médico. Pero algunas de las principales consecuencias del Alzheimer son la pérdida del lenguaje y de la memoria, así como otras alteraciones cognitivas. Por ello, los enfermos tienen más dificultad para manifestar su dolor de cabeza.
Para identificar que lo sufren, debemos fijarnos en ciertas señales que emiten. Tenemos que prestar atención a su expresión facial y a que tenga mayor irritabilidad o confusión. Pero también pueden mostrarlo con llanto o emitiendo suspiros e incluso chillando.
A su vez, la dificultad para apreciar las jaquecas en los enfermos de Alzheimer origina que estos reciban peor tratamiento cuando las sufren. Y, como resultado, su padecimiento se incrementa.
Relación entre el Alzheimer y el dolor de cabeza
Por tanto, no hay vinculación directa entre Alzheimer y cefalea. Sin embargo, distintos estudios realizados en pacientes del primero han revelado que estos tienen mayor tolerancia al dolor. Esta es una percepción desagradable que se produce fuera del cerebro, pero se procesa en él.
En consecuencia, quienes sufren Alzheimer también padecen el dolor de manera diferente. Dicho con otras palabras, su capacidad para soportarlo es mayor. Es más, su tolerancia aumenta cuanto más grande es su deterioro cognitivo.
Pero esto no quiere decir que sufran menos dolor. Los mismos estudios prueban que las áreas cerebrales que se encargan de procesarlo se conservan intactas en las personas que padecen Alzheimer. Por tanto, sufren tantas cefaleas y tan intensas como las personas sanas, solo que las soportan mejor.
Aliviar el dolor de cabeza en enfermos de Alzheimer
Nuestro tratamiento para el Alzheimer mejora las condiciones de vida del paciente y, con ello, también alivia sus cefaleas, y se basa en la auriculoterapia avanzada. Concretamente, aplicamos unas pequeñas agujas de titanio en el cartílago de la oreja de forma indolora.
El pabellón auricular está conectado con el sistema nervioso central a través de muchas terminaciones nerviosas. Mediante nuestra terapia hacemos llegar al cerebro estímulos neuronales que tienen un beneficioso efecto terapéutico sobre él.
Además, tras implantar las agujas, realizamos un seguimiento personalizado al paciente. Mantenemos una conexión permanente con sus familiares. Asimismo, hacemos revisiones a los tres, seis y doce meses posteriores. En ellas comprobamos el estado general del enfermo y su mejoría. Desgraciadamente, el Alzheimer no tiene cura. Pero nuestra terapia consigue que el paciente reduzca el consumo de medicamentos y mejore sus condiciones de vida.
En conclusión, el dolor de cabeza en Alzheimer es tan frecuente como en quienes no padecen la enfermedad. Pero nuestra terapia puede mejorar el estado general del paciente y, con ello, evitar que lo sufra.
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