Durante los últimos años, la ciencia ha abierto las puertas a otros enfoques. Hay opciones tradicionales que tienen origen milenario o recurren a elementos naturales y que cuentan con un potencial interesante. Precisamente, esta última se materializa a través de la hidroterapia. ¿Ha oído hablar de esta alternativa? Desde Centro de Medicina Neuro-Regenerativa se lo explicamos en profundidad.
¿Qué es la hidroterapia?
Como su propio nombre indica, la hidroterapia recurre al agua para el tratamiento de ciertas enfermedades. En este sentido, se trabaja con la resistencia física que ejerce el agua ante la realización de un movimiento. Como consecuencia, los músculos y huesos se ven obligados a efectuar una fuerza todavía mayor.
Generalmente, se considera una rama de la fisioterapia. Esta es la razón por la que también se denomina terapia acuática. Sin embargo, durante los últimos años se ha popularizado hasta ser casi una disciplina independiente. Esta se sustenta sobre el principio de la biomecánica, es decir, el impacto que puede tener en el cuerpo un determinado movimiento repetitivo.
Como tratamiento, pretende ser un complemento a la rehabilitación convencional. Es decir, el paciente puede ampliar la movilidad o evitar su pérdida con ejercicios convencionales. Después, en el entorno acuático, se potencia la fuerza y la profundidad de los resultados conseguidos. Se busca, de este modo, que la persona pueda acostumbrarse a un entorno más complejo.
¿Cómo puede ayudar la hidroterapia a mejorar nuestra salud?
Como se puede imaginar, la hidroterapia es una fuente de beneficios para la salud. Incluso ha sido utilizada como tratamiento ante ciertas enfermedades neurodegenerativas. Lo que se busca es una mejora conductual (que puede ser también cognitiva), física y de autonomía.
Más allá de lo anterior, se pueden percibir los siguientes efectos en un corto-medio plazo:
- Mejora el equilibrio y la propiocepción (capacidad de conocer la posición exacta del cuerpo).
- Estimula la fluidez en los movimientos, sobre todo, cuando estos han comenzado a dificultarse.
- Contribuye a la vasodilatación, con un claro potencial relajante y analgésico.
- Mitiga el impacto que la movilidad ejerce sobre las articulaciones y sobre ciertos huesos.
- Relaja el cuerpo ante la presencia de una contractura muscular para minimizar las molestias.
Cuando se lleva al largo plazo, se pueden producir nuevos beneficios en el paciente:
- Potencia la respiración, tanto en lo referente al ritmo como a la entrada de aire en los pulmones.
- Incrementa la fuerza muscular y la resistencia en entornos de presión, como el acuático.
- Contribuye a amplificar el rango de movimientos y a retrasar la pérdida de movilidad.
- Fomenta el mantenimiento de las capacidades cognitivas hasta un cierto punto.
- Mitiga el sentimiento de ansiedad que puede producir un tratamiento de rehabilitación.
¿Es recomendable la terapia con agua en la enfermedad del Parkinson?
Durante los últimos años, han sido numerosos los autores que han indagado sobre la hidroterapia como alternativa para reducir la sintomatología del parkinson. Como resultado, se han propuesto ciertos acercamientos metodológicos que hoy se emplean en centros de rehabilitación. Estos se caracterizan por cumplir con ciertos criterios básicos:
- Movimiento en términos de amplitud y rapidez.
- Coordinación músculo-esquelética.
- Flexibilidad y mitigación del dolor articular.
- Equilibrio y mantenimiento de la postura.
- Ocio como medio para sobrellevar la enfermedad.
Por tanto, podemos afirmar que este tratamiento cumple una doble función. Por un lado, se encarga de mantener lo máximo posible las capacidades físicas de la persona, seriamente afectadas por esta afección degenerativa. Por otro lado, consiste en la adquisición de nuevos hábitos que colaboren con la aceptación de la enfermedad.
Precisamente, el último punto al que hemos hecho referencia puede tener resultados prometedores. Con el paso del tiempo, se ha avanzado en las capacidades emocionales y cognitivas de esta técnica. Como resultado, podría funcionar como tratamiento para las enfermedades neurodegenerativas, una condición que afecta decisivamente a la calidad de vida.
La hidroterapia como tratamiento alternativo
La hidroterapia puede funcionar a corto-medio plazo, pero no debemos ignorar las molestias que puede ocasionar. Por ello, se puede combinar con la implantología auricular para incrementar la predisposición del paciente.
Como ha tenido la ocasión de comprobar en este artículo, la terapia con agua puede ser un tratamiento prometedor para los pacientes de enfermedades neurodegenerativas. La clave está en el uso del agua como medio terapéutico, sobre todo, para mitigar los síntomas de ciertas enfermedades. En nuestro Centro de Medicina Neuro-regenerativa apostamos por terapias que reduzcan los síntomas que puedan ocasionar estas enfermedades y mejorar su calidad de vida y bienestar.
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