Ir a la playa siempre es agradable, pero lo que no todo el mundo sabe es que también es muy bueno para la salud. En el artículo de hoy, en Centro de Medicina Neuroregenerativa, le explicamos cuáles son los beneficios que tiene ir a la playa para la salud, especialmente en personas con enfermedades neurodegenerativas.
Beneficios de ir a la playa para pacientes con enfermedades neurodegenerativas
A continuación, le indicamos los principales beneficios que tiene la playa para pacientes con enfermedades neurodegenerativas, especialmente el Parkinson:
Puede nadar
En primer lugar, la playa permite nadar. Dependiendo del grado en el que se encuentre la enfermedad, puede que sea necesario que la persona enferma tenga alguna compañía para evitar posibles problemas. Pero, más allá de eso, nadar es muy positivo para las personas con Parkinson.
Está demostrado que la natación permite mejorar las funciones motoras de las personas con Parkinson. Por ejemplo, sesiones de una hora un par de veces por semana producen efectos positivos a partir de la quinta semana. Es decir, es un efecto muy rápido y positivo.
Lo que se logra con este ejercicio acuático es mejorar el equilibrio y reducir el número de caídas. Además, mejora la percepción de calidad de vida.
Por supuesto, estos beneficios se pueden obtener en una piscina. Sin embargo, la playa tiene otros beneficios (de los que hablamos en los siguientes apartados), por lo que es más recomendable esta opción que la piscina.
Puede caminar por la arena
Está más que demostrado que caminar mejora la función motora, el ánimo y la forma física de las personas con Parkinson, además de reducir la sensación de cansancio y mejorar la percepción de calidad de vida.
Esto es así se camine por donde se camine, pero caminar por la arena de la playa estando descalzo tiene un efecto mucho más positivo. Esto se debe a que el hecho de que los pies se hundan y que el terreno no sea totalmente plano, hace que el cuerpo deba hacer un mayor uso de su equilibrio.
Con tan solo 150 minutos por semana ya se notan resultados, así que ir a la playa y, además de bañarte, pasear un poco, es una gran idea para mejorar la situación de una persona con Parkinson.
La playa relaja
Otro punto positivo de la playa, por supuesto, es que es relajante. Y una persona con Parkinson, especialmente en sus primeras etapas, necesita un entorno relajado y tranquilo para poder convivir con su enfermedad.
Está más que documentado que, al diagnosticarse una enfermedad neurodegenerativa, el estrés de la persona aumenta considerablemente. Es por ello que conviene acudir a entornos tranquilos donde este estrés pueda reducirse.
Y, aunque no todas las playas son iguales y no a todo el mundo le gusta la playa por igual, lo cierto es que estar en la arena, ver el mar y escuchar el ruido de las olas es uno de los lugares y momentos más relajantes que existen.
Aleja la depresión
Y, por supuesto, todo lo anterior permite que la depresión tarde más en aparecer (o jamás lo haga, incluso).
Y es que, como a buen seguro usted ya sabe, las enfermedades neurodegenerativas suelen ir acompañadas con depresiones y ansiedad, especialmente en las primeras etapas, cuando la persona es consciente de su enfermedad y el destino que le espera.
Como ha podido ver, los beneficios de ir a la playa para la salud son muchos. Es por ello que, cuando tenemos un familiar con alguna enfermedad neurodegenerativa, conviene hacer lo posible por pasar más tiempo en la playa y en el mar.