Los médicos desgraciadamente ya no tienden a diagnosticar, solo miran la fecha de nacimiento en la tarjeta de sanidad. Algunos ya ni se mueven, otros tienen tendencia de levantarse aun para examinarte. “No se puede hacer mucho más” …. es la edad.
Igualmente tenía dolores severos, como los que solemos tener las mujeres, arriba, abajo, delante y en las rodillas.
Entonces me he ido a Magdeburg a la clínica para recibir la terapia con la aguja permanente.
Había escuchado de la terapia a través de la radio y como vengo del ámbito de la medicina el principio de la terapia me convenció. “Allí se puede hacer algo, quiero probarlo”. Esto fue hace aproximadamente 15 años, cuando he probado la terapia con la aguja permanente.
No había informado a nadie sobre ello, que iba a probar dicha terapia, fue una decisión espontánea.
El sentimiento después de la terapia fue increíble. De repente estuve sin dolor, no es posible expresarlo con palabras, fue como un golpe, podía moverme de nuevo y andar tan rápido como quería.
Después de la terapia fui capaz de volver a realizar todo lo que quería, nadar, ir en bicicleta.
Ahora mismo por precaución no voy en bicicleta, para que no me pase nada, pero aquella vez fui capaz de participar en todo. Simplemente todo, nadar, ir en bicicleta, caminar,….
Solo puedo aconsejar dicha terapia a todo el mundo.