La enfermedad de Parkinson afecta la movilidad y la calidad de vida de quienes la padecen. Uno de los aspectos que más se pregunta es si es bueno andar con Parkinson y cómo puede ayudar esta actividad en el manejo de la enfermedad.
Desde el Centro de Medicina Neuro-Regenerativa, queremos ofrecerle información útil sobre los beneficios de andar y algunos consejos prácticos para hacerlo de manera segura. ¡Siga leyendo para descubrir más!
Consejos para andar con Parkinson
Andar es una actividad física suave que puede aportar numerosos beneficios a los pacientes con Parkinson. Sin embargo, es importante seguir ciertas pautas para evitar caídas o fatiga excesiva. Aquí le ofrecemos algunos consejos útiles:
– Mantenga una postura erguida: el Parkinson suele afectar la postura, provocando que los pacientes caminen inclinados hacia adelante. Es fundamental intentar caminar con la espalda recta, mirando hacia adelante para evitar caídas.
– Realice caminatas cortas y frecuentes: en lugar de largas caminatas, es recomendable realizar paseos cortos varias veces al día. Esto ayudará a mantener la movilidad sin sobrecargar los músculos.
– Use calzado adecuado: es esencial elegir zapatos cómodos y con buen soporte para los pies. Evite los tacones altos o las suelas muy planas que puedan aumentar el riesgo de tropezar.
– Tome descansos: es importante que escuche su cuerpo y se detenga a descansar cuando lo necesite. Andar con Parkinson puede ser agotador, por lo que pequeños descansos pueden marcar una gran diferencia.
– Apóyese en ayudas técnicas si es necesario: en algunos casos, utilizar un bastón o un andador puede proporcionar más estabilidad durante las caminatas.
Estos pequeños ajustes pueden marcar una gran diferencia en la seguridad y comodidad al andar con Parkinson. Recuerde que cualquier actividad física debe ser aprobada por su médico antes de comenzar.
Actividades físicas no recomendables con EP
Aunque andar con Parkinson es beneficioso, hay algunas actividades físicas que no se recomiendan debido a la rigidez muscular, los temblores y otros síntomas de la enfermedad. Aquí algunas actividades que deberían evitarse:
– Ejercicios de impacto: actividades como correr o saltar pueden aumentar el riesgo de caídas o lesiones debido a la inestabilidad que provoca la EP. También pueden generar un desgaste innecesario en las articulaciones.
– Deportes de contacto: los deportes que implican contacto físico, como el fútbol o el baloncesto, pueden ser peligrosos para las personas con Parkinson debido a la posibilidad de caídas o golpes.
– Levantamiento de pesas pesadas: si bien el entrenamiento de fuerza es recomendable en algunos casos, levantar pesas muy pesadas puede causar tensiones musculares y aumentar el riesgo de caídas.
– Actividades que requieran equilibrio extremo: deportes como el esquí, el patinaje sobre hielo o la escalada, que demandan un gran equilibrio y coordinación, no suelen ser adecuados para personas con Parkinson.
El equilibrio y la seguridad son prioritarios para quienes padecen Parkinson, por lo que es importante consultar siempre con su médico antes de iniciar cualquier rutina de ejercicio físico.
En conclusión, andar con Parkinson no solo es posible, sino que es recomendable cuando se realiza con las precauciones adecuadas. Esta actividad contribuye a mantener la movilidad y a mejorar el estado de ánimo de los pacientes. Sin embargo, siempre es importante tener en cuenta las actividades que no son aconsejables para evitar posibles complicaciones.
Desde nuestro centro le recomendamos incorporar ejercicios de motricidad fina que ayudan a disminuir la rigidez, el control de temblores, mejorar la coordinación y tener un mayor control de las actividades cotidianas para los pacientes.
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