El bloqueo de la marcha en el párkinson es una de las manifestaciones más desconcertantes de esta enfermedad neurodegenerativa. Muchos pacientes describen una sensación de “estar pegados al suelo”, sin poder mover los pies a pesar de tener la intención. Esta condición, también conocida como “congelamiento”, limita la movilidad, genera ansiedad y aumenta el riesgo de caídas.
Desde el Centro de Medicina Neuro-Regenerativa queremos explicarle por qué aparece el bloqueo de la marcha en el párkinson, cómo reconocerlo y qué estrategias existen para mejorar su calidad de vida.
¿Puede el párkinson afectar en el bloqueo de la marcha?
La respuesta es sí. La marcha es una de las funciones más comprometidas por esta enfermedad. El bloqueo de la marcha en el párkinson representa uno de los mayores retos, ya que interrumpe de forma inesperada el movimiento, obligando al paciente a detenerse o incluso a perder el equilibrio.
A menudo, las personas con párkinson presentan:
- Pasos más cortos.
- Postura inclinada.
- Falta de balanceo en los brazos.
- Inestabilidad al girar.
Cuando se produce el bloqueo de la marcha en el párkinson, todo el cuerpo parece resistirse a avanzar. Esta desconexión entre el deseo de moverse y la respuesta física es una señal clara del deterioro en la coordinación cerebral.
¿Qué es el congelamiento de la marcha en párkinson?
El congelamiento o bloqueo de la marcha en el párkinson ocurre cuando el paciente no puede dar el primer paso o se queda “clavado” al suelo, especialmente en situaciones como:
- Iniciar la marcha después de estar sentado.
- Girar o cambiar de dirección.
- Atravesar espacios reducidos.
- Sentirse observado o estresado.
Este fenómeno, además de ser imprevisible, afecta a la autonomía y a la confianza del paciente. Muchos desarrollan miedo a caminar solos o evitan salir, lo que conlleva aislamiento.
¿Cómo es la marcha en pacientes con párkinson?
El bloqueo de la marcha en el párkinson es solo una parte del deterioro motor. En general, la forma de caminar cambia progresivamente:
- El ritmo es más lento.
- Se arrastran los pies.
- Hay dificultades para frenar o girar.
- Aparecen episodios de congelamiento frecuentes.
Estas alteraciones provocan inseguridad y cansancio. Además, el esfuerzo constante para mantener el equilibrio puede producir tensión muscular y fatiga mental. Por ello, atender el bloqueo de la marcha en el párkinson no es solo una cuestión de movilidad, sino de bienestar general.
Nuestro equipo en el Centro de Medicina Neuro-Regenerativa aplica tratamientos personalizados que incluyen rehabilitación física, estimulación cognitiva y la implantología auricular permanente como herramienta complementaria.
Volver a caminar con seguridad es posible
Aunque el bloqueo de la marcha en el párkinson es un síntoma complejo, no significa que no se pueda mejorar. Con acompañamiento profesional, ejercicios adecuados y un enfoque terapéutico completo, es posible recuperar parte de la autonomía perdida.
La implantología auricular permanente ofrece una alternativa interesante para quienes buscan tratamientos no invasivos. Esta técnica actúa estimulando puntos específicos del pabellón auricular que están conectados con el sistema nervioso central.
En nuestro centro, hemos observado mejoras en pacientes que presentaban bloqueo de la marcha en el párkinson. Algunos de ellos han recuperado estabilidad al caminar, mayor confianza y han reducido la frecuencia de los episodios de congelamiento.
Le animamos a no resignarse ante estos síntomas. Existen opciones para avanzar, para volver a caminar con seguridad y para vivir con mayor tranquilidad.
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