“Además de recuperar el bienestar, he reducido mi medicación y he recuperado el optimismo”
Presumo de haber sido «pionero» en mi ciudad, al someterme a este tratamiento y comparto con orgullo mi experiencia con la aguja permanente:
El dolor de cintura y los temblores me desesperaban, casi no podía andar. Por ello emprendí la búsqueda de una solución más convincente que las que había experimentado hasta el momento y, consultando en Internet, encontré esta terapia.
Acudí a la consulta decidido a probar el tratamiento. Cuando llegué apenas podía caminar y, poco después de que me colocaran en la oreja los primeros microimplantes, el temblor desapareció y noté cómo mi cuerpo comenzaba a recuperar su fuerza.
Hoy no sólo no necesito apoyarme en alguien para realizar cualquier actividad cotidiana, sino que puedo hasta conducir mi propio coche. Además de recuperar el bienestar, he reducido mi medicación y he recuperado el optimismo.
Desde que conocí la terapia con microimplantes auriculares, la he recomendado a todos aquellos conocidos que padecen enfermedades neurológicas degenerativas.