Las enfermedades de Parkinson y de Alzheimer son afecciones degenerativas del cerebro, es decir, ambas consisten en un empeoramiento de ciertas neuronas. En el primer caso, afecta a las de las funciones motoras del organismo y, en el segundo, a las de la corteza cerebral. A día de hoy, no hay todavía un tratamiento contra las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson, de modo que la medicina tradicional está enfocada a tratar solo los síntomas. Sin embargo, la OMS (Organización Mundial de la Salud) y otras instituciones oficiales señalan que los causantes de estas enfermedades son tanto genéticos, como ambientales y de hábitos de vida. Desde Centro de Medicina Neuro-Regenerativa hoy hablaremos de la chía, un superalimento que parece ser capaz de reducir las probabilidades de desarrollar estas enfermedades neurovegetativas.
¿Qué beneficios pueden aportar las semillas de chía?
A continuación, explicaremos los beneficios demostrados que tiene la chía en el organismo y cómo se relacionan con la prevención y tratamiento de las enfermedades neurodegenerativas.
- Tiene una elevada cantidad de ácidos grasos omega-3, que son conocidos por sus propiedades protectoras del sistema cardiovascular. Disminuyen la viscosidad de la sangre y, por tanto, evitan que se acumulen los glóbulos rojos formando trombos, reduciendo así el riesgo de padecer un infarto cerebral o cardíaco. Pero los omega-3 también garantizan una óptima respuesta antiinflamatoria, que previene la aparición y avance del alzhéimer y el párkinson.
- Ayuda a controlar la hipertensión. La hipertensión es una condición «silenciosa», es decir, no provoca síntomas, pero puede provocar un accidente cerebrovascular. Además, según investigaciones como la efectuada por el instituto de Salud Carlos III, mantener la tensión arterial en niveles saludables reduce hasta un 55 % el riesgo de padecer alzhéimer o párkinson.
- Tiene un ligero efecto hipoglucemiante, en otras palabras, baja los niveles de azúcar en sangre si son demasiado altos. Esto resulta muy útil para evitar la diabetes de tipo II, otra afección que también aumenta el riesgo de padecer párkinson y alzhéimer. Hay que destacar que también la obesidad parece relacionarse con un aumento de casos de estas enfermedades neurodegenerativas, así que no se trata solo de mantener los niveles de azúcar en sangre.
- Provocan saciedad. Las semillas de chía absorben agua y, así, aumentan de volumen en el estómago y las vías gástricas. De este modo, aunque tengan grasas (saludables), pueden ayudar a perder peso, ya que reducen el apetito y la ansiedad por la comida.
- La chía evita el estreñimiento, ya que tiene un alto contenido en mucílagos.
- Tiene un efecto antiinflamatorio, algo que también evita las enfermedades neurodegenerativas en general.
- Protege la mucosa gástrica, de forma que evita enfermedades como la gastritis, cólicos o la diverticulosis.
- Tiene efectos diuréticos y evita la cistitis (infección de orina), lo cual mejora el bienestar. Las infecciones de orina no suelen ser peligrosas en personas sanas y jóvenes, pero pueden traer graves complicaciones en personas más mayores.
- Son altas en proteína vegetal, ideal en dietas vegetarianas o pobres en general. Tener una dieta completa, con todos los aminoácidos esenciales y no esenciales es positivo también para la salud neuronal.
- La chía contiene prácticamente todas las vitaminas importantes para mantener la vitalidad y para un correcto funcionamiento del metabolismo, del sistema inmunitario y de la salud y bienestar en general.
- Tiene propiedades antioxidantes, fundamentalmente por su aporte de vitamina C. Esto puede ralentizar el avance de las enfermedades degenerativas.
- Los antioxidantes y la vitamina C también evitan los efectos del envejecimiento en la piel, como las arrugas o problemas como la descamación o las dermatitis.
- Fortalece los huesos, gracias a su contenido en calcio.
¿Cómo podemos tomar las semillas de chía y con qué frecuencia?
Para adultos, la cantidad que se recomienda tomar al día de semillas de chía es de 13 a 15 gramos, lo que equivale a unas dos cucharadas de semillas. En el caso de los niños, se recomienda que sea la mitad.
Existen muchas maneras de consumirlas:
- Espolvoreando ensaladas, yogures, helados, cereales, etc.
- Se puede dejar en leche (vegetal o animal) u otro líquido durante una noche o un día en el frigorífico. Al día siguiente se obtendrá una bebida cremosa, ideal para hacer batidos, mezclar con cereales, frutas, etc. También se pueden dejar simplemente en agua o caldo, para que sirva de espesante en sopas y cremas. Esto se debe a que la chía absorbe el agua y libera el mucílago cuando se moja.
Como se ha podido ver, en la naturaleza se puede encontrar una alternativa para conservar o mejorar la calidad de vida de los pacientes. En el Centro de medicina Neuro-Regenerativa empleamos la implantología auricular para las enfermedades Parkinson y el Alzhéimer, pero con artículos como este queremos proporcionarles también toda la información necesaria para complementar el tratamiento de forma eficaz, sana y natural.
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Interesante y oportuno artículo conducente a mejorar las condiciones de salud humana. Felicitaciones