Aunque muchas pacientes no lo saben, la ingesta de ciertos medicamentos podrían ser los culpables de una vida sexual poco activa o de algunas molestias que limitan el disfrute normal de la intimidad. De acuerdo con varios estudios, por lo menos uno de cada cuatro casos de disfunción sexual se debe al consumo de medicinas específicas, que limitan o deterioran la vida sexual.
Las afectaciones que ocasionan los medicamentos con mayor índice de consumo pueden ser diversas, como la pérdida del apetito sexual, dificultad para llegar al orgasmo o problemas para lograr la excitación. En el caso de las mujeres, algunos efectos colaterales podrían ser dolor por resequedad vaginal, en tanto que los hombres suelen presentar fallas para mantener la erección o, simplemente alcanzarla.
Por lo general, se habla de los tratamientos antidepresivos como los primeros causantes de problemas en la vida sexual, pero existe una lista que vale la pena considerar frente a este posible escenario, por ejemplo:
- Antihistamínicos y descongestionantes de venta libre.
- Antiinflamatorios no esteroides.
- Antihipertensivos.
- Antipsicóticos.
- Benzodiacepinas.
- Bloqueadores H2, utilizados para tratar el reflujo y las úlceras.
- Anticonvulsivos usados para controlar ataques epilépticos.
- Medicinas para tratar el Parkinson.
Ahora bien, ¿qué se debe hacer si experimenta algún episodio que le impida disfrutar de la actividad sexual con plenitud? Ante cualquier situación que resulte diferente en estas circunstancias, es importante consultar libremente con el médico encargado de su tratamiento sobre los problemas que está presentando, para determinar cuál es el inconveniente.
Por supuesto, no se aconseja ingerir otro medicamento adicional para solucionar la dificultad, ni dejar de tomar el tratamiento recomendado por el especialista, sin antes pedir su opinión. Como paciente es fundamental mantener una buena comunicación con el especialista encargado de su caso, con el fin de que se disminuyan los efectos colaterales y le beneficie lo mayor posible.
Posibles efectos secundarios en tu vida sexual
Hay medicinas que impactan sobre la vida sexual del paciente, de forma negativa. Por esta razón, en muchos casos se sugiere la aplicación de un tratamiento alternativo que, además de reducir los síntomas, ayudan a disminuir el consumo de fármacos, lo cual se considera como una recuperación de la calidad de vida.
Así sucede con los pacientes que tienen enfermedades neurológicas, como el Parkinson o el Alzheimer, que deben tomar tratamientos que poseen efectos colaterales que deterioran su vida sexual. Si se somete a la Implantología Auricular, considerada como una de las terapias alternativas más efectivas, seguramente podrá bajar las dosis de medicamentos y volverá a tener una vida sexual estable.
En general, son múltiples los efectos que pueden tener los fármacos sobre la intimidad de un paciente. Se dice que las estatinas y los fibratos interfieren en la producción de estrógenos, testosteronas y otras hormonas; los hipertensivos generan en los hombres disminución del flujo sanguíneo y, por consecuencia, dificultades en la erección, y en las mujeres sequedad vaginal.
Por otro lado, los antidepresivos también podrían causar problemas sexuales porque suelen bloquear tres químicos relacionados a la función, que son la serotonina, la acetilcolina y la norepinefrina. Mientras que las benzodiacepinas bloquean la testosteronas y causa disminución en los orgasmos, disfunción erectil, dolor en las relaciones sexuales y problemas de eyaculación.
Los anticonvulsivos que se prescriben para controlar los ataques epilépticos o para tratar algunos dolores crónicos bajan los niveles de testosteronas, interfiere en la excitación, limita la lubricación vaginal e impide la capacidad para llegar al clímax.
A la hora de recibir un tratamiento farmacológico es trascendental que pregunte sobre los posibles efectos secundarios; o en caso de observar algo diferente en su rutina diaria tiene que manifestárselo a su médico de confianza de inmediato. El hecho de sufrir una enfermedad no significa que deba sacrificar por completo su calidad de vida sexual, porque siempre hay alternativas como la Implantología auricular cuyo beneficio es que el paciente consiga sentirse mejor y seguir disfrutando la intimidad. Todo ello sin efectos secundarios.
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