Las propiedades del tratamiento HIFU han ganado popularidad en los últimos años, gracias a que es una técnica de medicina no quirúrgica para eliminar cúmulos de grasa y reducir la flacidez en el rostro o ciertas partes del cuerpo. Ahora desde Centro de Medicina Neuro-Regenerativa le informamos de que esta técnica, que no causa dolor y no resulta invasiva, ha demostrado tener también buenos resultados para tratar el párkinson y el temblor esencial.
¿En qué consiste el tratamiento HIFU?
Las siglas de HIFU proceden del inglés High Intensity Focused Ultrasound (ultrasonido focalizado de alta intensidad). Se utiliza en medicina estética para eliminar la grasa localizada y reducir la flacidez.
Aplicado en determinadas áreas del cerebro, el HIFU puede lograr que el temblor desaparezca, así como la rigidez y lentitud asociadas al párkinson.
Para ello, emplea un haz de ultrasonido de alta frecuencia y energía que actúa sobre las capas profundas de la piel sin dañar las superficiales. Gracias a su efecto lupa, actúa de forma concentrada en las zonas que es necesario tratar. En ellas la temperatura aumenta hasta 65-75 ºC, que se mantienen durante unos milisegundos. Los tejidos circundantes se quedan intactos.
Este procedimiento no requiere de cirugía ni de ingreso previo y el paciente suele recibir el alta en 24 horas. Se aplica a un lado del cerebro, para mejorar el lateral del cuerpo más afectado. Para aplicar estos ultrasonidos, se utilizan un casco, una membrana de silicona que contiene agua para refrigerar y no dañar la piel y un marco de esterotaxia en la cabeza. Todo esto protege la cabeza del paciente. El radiólogo deberá seleccionar el punto en el que se aplica el calor con ultrasonidos para evitar dañar otras zonas del cerebro.
Gracias a que es un tratamiento tan poco invasivo, puede utilizarlo, prácticamente, cualquier tipo de paciente y no suele tener efectos secundarios. El profesional encargado de llevarlo a cabo entrevistará previamente al paciente para averiguar si es el adecuado.
Beneficios del tratamiento
Como puede ver, el tratamiento con HIFU puede tener beneficios estéticos y contra la enfermedad de Parkinson.
En el sentido estético, elimina la grasa localizada mejorando el contorno corporal o la forma del rostro y estimula la producción de elastina y colágeno. Suelen perderse con la edad y ser los principales causantes de las arrugas, de manera que el HIFU logra atenuarlas. Al eliminar los adipocitos (células grasas), evita la aparición de celulitis y piel de naranja.
Sin embargo, contra el párkinson, estos sonidos de ultrafrecuencia se aplican de manera muy distinta. En una parte de la cabeza y a una profundidad distinta, pues sirven para estimular ciertas zonas del cerebro y no la piel ni los adipocitos, como cuando se utilizan con fines estéticos. Utilizados de esta manera, evitan el temblor esencial y del párkinson y otros síntomas como la rigidez o lentitud.
Además, frente a otros tratamientos, el HIFU:
- No es un tratamiento invasivo, puesto que no requiere cirugía.
- La piel se mantiene intacta: No hay huellas, cicatrices, rojeces, etc.
- No es doloroso, de modo que no requiere de anestesia.
- No daña los tejidos adyacentes, ya que actúa con una gran precisión.
- Efectos inmediatos: Los efectos son notables desde el mismo momento del tratamiento.
¿Es recomendable el tratamiento HIFU?
Aunque sea un tratamiento tan sencillo, poco invasivo y que no daña tejidos adyacentes, el HIFU no es recomendable en estos casos:
- Personas con marcapasos.
- Pacientes con trastornos hemorrágicos o en tratamiento con anticoagulantes.
- Personas con diabetes, epilepsia o enfermedades autoinmunes.
- Zonas donde existan heridas abiertas.
- Si existen implantes en la zona que se quiere tratar.
- Personas con enfermedades cutáneas que puedan afectar a la cicatrización, queloides o herpes simple.
En cualquier caso, antes de aplicar el HIFU, se averigua si la persona a tratar es una buena candidata, mediante los siguientes pasos:
- Consulta neurológica: Un neurólogo llevará a cabo una valoración completa, hará las pruebas necesarias y averiguará si existe cualquier incompatibilidad.
- Valoración neuropsicológica: A continuación, se evalúan la memoria y otras condiciones cognitivas, pues el éxito del tratamiento solo se asegura si están intactas.
- Resonancia magnética y tomografía computerizada del cráneo: Estas son dos pruebas necesarias para comprobar que el paciente cumple los parámetros específicos para que se pueda aplicar el tratamiento con ultrasonidos.
- Reunión multidisciplinar: Los especialistas encargados de interpretar las tres pruebas se reunirán y discutirán si el candidato es adecuado.
Si estas propiedades del tratamiento HIFU son de interés para los pacientes del Centro de medicina Neuro-Regenerativa, pueden recurrir a él sin peligro, pues el HIFU no resulta incompatible con la implantación auricular que realizamos en nuestro centro. Sin embargo, le aconsejamos consultarlo con el profesional que llevará a cabo el tratamiento. Como puede comprobar, el HIFU es prácticamente inofensivo y se realiza bajo un riguroso control y solo tras asegurarse de que el paciente cumple con las características adecuadas.
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