Durante el desarrollo del Alzheimer, los pacientes que sufren de esta enfermedad neurodegenerativa pueden desarrollar ciertos episodios caracterizados por comportamientos agresivos o de agitación. Hoy, desde Centro de Medicina Neuro-Regenerativa, intentaremos comprender un poco mejor las posibles causas de estos episodios, pueden ayudar a prevenirlos o, a reconducir la situación a la normalidad.
¿Qué diferencia hay entre agitación y agresividad?
En primer lugar, es importante diferenciar en qué estado se encuentra nuestro paciente.
Por un lado, los pacientes de Alzheimer pueden mostrarse particularmente inquietos, preocupados y con dificultades para permanecer en el mismo sitio. A este estado se le conoce como agitación y puede originarse sin ninguna razón aparente.
Sin embargo, le aconsejamos revisar que todas las necesidades de nuestro paciente estén cubiertas, pues la agitación también puede ser el resultado de una frustración por una necesidad no atendida.
Por otro lado, este estado de agitación puede derivar en un episodio de agresividad, donde nuestro paciente puede llegar a tener conductas de agresividad verbal (gritos, insultos…) o física (tirar objetos, golpear a alguien…).
Es en esta situación dónde debemos estar preparados para tratar a nuestro paciente, pues una mala gestión de esta agresividad puede resultar perjudicial tanto para el paciente como para el mismo cuidador.
¿Está relacionada la agresividad con el Alzheimer?
Es importante entender que la agresividad que muestra un paciente de Alzheimer no es voluntaria o de carácter propio, sino que deriva de su enfermedad y la degradación o deterioro cognitivo que esta le puede causar.
Entonces, para asegurar el bienestar del paciente y de la gente que se encuentra a su alrededor, es fundamental recordar este hecho. Así, el cuidador encargado de tratar a un paciente en ese estado debe entender que sus acciones no representan una cuestión personal hacía él, sino una reacción causada por la enfermedad.
¿Cuál puede ser la causa de los comportamientos agresivos en algunos enfermos de Alzheimer?
Muchas veces, estas tendencias o episodios de agresividad están motivados por la incapacidad que sufren los pacientes de Alzheimer para expresar sus necesidades no atendidas, lo cual genera en ellos esa frustración que puede acabar en un comportamiento agresivo.
Entonces, será clave analizar y entender cuál puede ser esa necesidad no atendida. Por ello, es importante remarcar que esta necesidad puede ser de tipo físico (sensación de frío o calor, dolor externo o interno, cansancio…), social (sensación de soledad, agobio o estrés, dificultad de comunicación con su alrededor…) o psicológico (sentimientos o pensamientos que no sabe como expresar adecuadamente) entre muchos otros.
Sin embargo, también es necesario entender que la agitación o la agresividad no siempre responderán a un factor tratable. De este modo, en caso de episodios extremos es recomendable acudir a un médico especialista de referencia.
¿Cómo se debe reaccionar y cómo se pueden reducir estas actitudes?
Una vez entendido las causas de estos episodios de agitación o agresividad, las siguientes recomendaciones pueden ser de utilidad para reconducir la situación a la normalidad:
- Analizar e identificar la causa desencadenante o la necesidad no atendida.
- Entender que la conducta del paciente no responde a una cuestión personal.
- Reconducir al paciente a un estado de orientación a través de objetos personales, actividades distintas e incluso cambiando de habitación (si es posible).
- Mantener la calma para contrarrestar el estado de alteración del paciente.
- Finalmente, si no le es posible controlar la situación, deberá llamar a Emergencias o contar con personal sanitario especializado en el trato con pacientes de Alzheimer.
En definitiva, la agresividad es muy normal en el Alzheimer, por lo que conviene saber cómo abordarla para que no suponga un problema para el cuidador ni para el propio paciente.
Para concluir, como hemos comentado, estas actitudes son muy frecuentes en los casos de Alzheimer. Por ello, nuestro tratamiento de acupuntura puede ser una opción perfecta para los que sufren esta enfermedad, ya que puede ayudarles a mejorar su orientación y a reducir los síntomas.
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