La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad neurológica cuyo diagnóstico no siempre se acierta a la primera. El proceso para diagnosticar la esclerosis múltiple es largo, ya que presenta síntomas comunes a otras enfermedades y por tanto, hay que ir descartando opciones. ¿Cómo puede saber si usted padece esclerosis múltiple? Lo primero es acudir a un profesional neurológico pero, más adelante, si los dolores no remiten, le recomendamos optar por tratamientos alternativos ya que estos mejorarán su calidad de vida.
La esclerosis múltiple no se diagnostica con una única prueba. El proceso diagnóstico puede suponer un reto incluso para el neurólogo más experimentado. No obstante, la resonancia magnética es una de las pruebas más importantes, pero en ocasiones puede no ser definitiva. El proceso de diagnóstico de la esclerosis múltiple exige, por lo tanto, la interacción de varias disciplinas médicas para descartar otras posibles enfermedades.
¿Cómo empieza la esclerosis múltiple?
Los signos y síntomas de la esclerosis múltiple varían mucho según la magnitud de la lesión a los nervios y cuáles de ellos están afectados. Algunas personas con esclerosis múltiple grave pueden perder la capacidad de caminar sin ayuda o de caminar por completo, mientras que otras pueden experimentar largos períodos de remisión sin que aparezca ningún síntoma nuevo. Para entender este concepto deberá conocer más acerca de cómo afecta esta enfermedad.
¿Cómo afecta la esclerosis múltiple a su cuerpo?
La EM es una enfermedad que se desarrolla en el cerebro y la médula espinal (sistema nervioso central) por la cual el sistema inmunitario ataca la vaina protectora (mielina) que recubre las fibras nerviosas y causa problemas de comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo. Con el tiempo, la enfermedad puede causar el deterioro o daño permanente de los nervios y por tanto se padece dolor o se pierden capacidades. Los síntomas son los siguientes:
- Entumecimiento o debilidad en una o más extremidades que, normalmente, aparecen en un costado del cuerpo a la vez, o en las piernas y el tronco.
- Temblores, falta de coordinación o marcha inestable.
- Sensaciones de choques eléctricos que se producen con ciertos movimientos del cuello, en especial, al inclinarlo hacia adelante, más conocido como signo de Lhermitte.
¿Cómo se detecta la esclerosis?
En la primera valoración, el neurólogo deberá revisar la historia clínica y realizar una exploración neurológica detallada para valorar los síntomas que la persona con sospecha de esclerosis múltiple (EM) presenta y el estado de su sistema neurológico. Las pruebas que se solicitan con más frecuencia son:
- Punción lumbar: permite estudiar varios componentes del líquido cefalorraquídeo, el líquido que rodea el cerebro y la médula espinal.
- Potenciales evocados: pruebas que estudian la transmisión de los estímulos sensoriales que recoge el sistema nervioso.
- Analítica: se trata de una analítica general, pero también incluye otros parámetros específicos y útiles en el proceso diagnóstico.
- Resonancia magnética cerebral: es una prueba similar un escáner o TAC pero que utiliza campos magnéticos y permite obtener una imagen del cerebro mucho más detallada.
Tratamientos para la esclerosis múltiple
Aunque esta enfermedad no tiene cura, algunos tratamientos alternativos pueden ayudar a acelerar la recuperación de los ataques, cambiar el curso de la enfermedad y controlar los síntomas. Desde Centro de Medicina Neuro-Regenerativa recomendamos probar la auriculoterapia, un tratamiento por el cual se implantan unos microimplantes de titanio debajo de la piel y en el cartílago del pabellón auricular. Esto provoca un estímulo permanente natural, que es transmitido inmediatamente al cerebro dando lugar a su efecto terapéutico.
Este tratamiento para la esclerosis múltiple, permite a numerosos de todo el mundo mejorar su estado de salud.
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