Desde nuestro Centro de Medicina Neuro-Regenerativa el paciente con Alzheimer puede encontrarse con un tratamiento alternativo, específicamente con la auriculoterapia avanzada que, junto a complementos, como el aceite de coco, han demostrado una evidente mejora en la calidad de vida.
¿Cómo puede beneficiar el aceite de coco a los enfermos de Alzheimer?
Además del tratamiento para el Alzheimer, recomendado por el especialista médico, basado en medicamentos farmacológicos, es posible recurrir a un complemento que ha demostrado un buen resultado en pacientes que padecen de esta enfermedad.
Ya contamos con estudios experimentales en donde ha sido administrado el aceite de coco a pacientes con Alzheimer, ubicados en la Ribera (Comunidad Valenciana). Después de 21 días, tras ingerir 40 ml de este producto, pudo observarse una mejora cognitiva, especialmente en su nivel de orientación, así como en la construcción del lenguaje.
Estos beneficios solo se pueden explicar atendiendo al efecto que causa sobre el metabolismo el aceite de coco, repercutiendo sobre el cerebro de los pacientes. Debemos resaltar la complejidad que implica el Alzheimer, además de todas las hipótesis que se manejan alrededor de esta enfermedad, aún en estudio. En muchos casos, el origen es desconocido.
Por un lado, se le atribuye un déficit de acetil-colina, que es un neurotransmisor relevante en los procesos neurológicos. Por otro lado, se señala la acumulación de tau y péptidos β-amiloides en las neuronas, además de un daño oxidativo, como causa de esta enfermedad degenerativa.
La ciencia ha podido demostrar cómo en un enfermo de Alzheimer, las células cerebrales no poseen una nutrición adecuada, al romperse los receptores para captar la insulina. Cuando la glucosa no puede acceder a las células, se produce la muerte de estas, lo que conlleva los síntomas que conocemos todos (el deterioro cognitivo, principalmente).
El aceite de coco es rico en ácidos grasos de cadena media (AGCM), que son captados por el hígado que, a su vez, los convierte en cetonas que libera al torrente sanguíneo hasta que llegan al cerebro, para cumplir la misma función que la insulina, nutrir a las células y evitar así su muerte inminente.
Parece que los distintos estudios al respecto, sitúan al aceite de coco como una esperanza ante los diferentes tipos de enfermedades neurodegenerativas. Destaca por no ocasionar efectos secundarios, a diferencia de algunos fármacos, que no terminan de aportar el número de triglicéridos de cadena media que posee el aceite de coco, cuyos beneficios han sido comprobados, específicamente, en el caso del Alzheimer.
A lo anterior, hay que sumar que el aceite de coco posee más propiedades para el organismo, dado que es rico en omega 6 y fitoesteroles (estos últimos consiguen disminuir los niveles de colesterol en sangre).
En pequeñas dosis se ha demostrado una mejora cognitiva relevante en los pacientes con Alzheimer, aunque todavía existe mucho por descubrir. Hasta el momento, el aceite de coco se muestra como una de las alternativas para el tratamiento de esta enfermedad, a verse como un neuroprotector bastante eficiente.
¿Cómo se debe tomar?
Es importante contar con un aceite de coco adecuado. Esto significa que hay que evitar productos refinados, que han pasado por un proceso de hidrogenación, ya que puede verse demasiado alterado y perder de esta forma todas sus propiedades.
Para garantizarse un producto de primera calidad, debe cerciorarse de que adquiere un aceite de coco virgen, preferiblemente que aparezca descrito como un producto biológico. Una vez que tiene en sus manos el aceite adecuado, la manera de ingerirlo es bastante sencilla.
Para iniciar con él, puede mezclar una cucharadita con las comidas e ir subiendo la dosis gradualmente. La meta es llega a unas 4 o 6 cucharadas, dependiendo del estado avanzado de la enfermedad. Puede consultarlo con su especialista, pero recuerde que este complemento no es sustituto de los medicamentos habituales.
¿Con qué frecuencia podemos consumir este aceite?
La frecuencia de su consumo puede ser diaria, especialmente en el caso del enfermo de Alzheimer. Aunque no existen estudios concluyentes, debe darse una especial vigilancia en pacientes que presenten un alto índice del llamado colesterol malo en sangre (LDL).
Aparte de este complemento, el tratamiento de acupuntura permanente se presenta como una alternativa para los casos de demencia, así como una adecuada alternativa junto al tratamiento para el Parkinson.
La auriculoterapia avanzada o implantología auricular ha supuesto una mejora en la calidad de vida de los pacientes con una enfermedad neurodegenerativa. Al estimular los procesos neuronales, evitando los efectos secundarios que presentan muchos fármacos, permite reducir la toma de medicamentos en los enfermos de Alzheimer.
El aceite de coco se presenta como un tratamiento alternativo ante la enfermedad de Alzheimer, debido a que activa la cetogénesis, que permite la correcta nutrición celular del cerebro. Los pacientes pueden notar una mejoría de los procesos cognitivos, así como una ralentización de los síntomas que produce este padecimiento.
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